Alrededor del 95 por ciento del consumo de gas en Alemania depende de las importaciones. Afectada por la escalada de la crisis en Ucrania y los daños a los gasoductos Nord Stream, Alemania está enfrentando una penuria de gas y pierde el suministro alrededor de 50.000 millones de metros cúbicos de gas en entregas anuales. Por eso, Alemania se ve obligada a acelerar el ritmo de construcción de terminales de gas natural licuado (GNL) para recibir los buques de GNL procedentes de los Estados Unidos. Una gran cantidad de buques, cargados de GNL con precio alto, van a llegar a Alemania, y luego regresan a EE.UU. con ganancias considerables

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